ALBERT COLLINS – «Ice Pickin'».
Albert Collins a comienzos de 1968, mientras tocaba en un concierto con el grupo Canned Heat, los miembros del grupo lo presentaron a Liberty Records. Como agradecimiento, el título del primer disco de Collins para el selloImperial Records en 1968 fue: “Love Can Be Found Anywhere” que fue tomado de la letra de la canción “Refried Hockey Boogie”.
Desde 1973 Collins permaneció en California durante otros cinco años, y era popular en conciertos dobles en The Fillmore y el Winterland. Collins volvió a Texas en 1973 y formó un nuevo grupo. Firmó con Alligator Records en 1978 y grabó y publicó Ice Pickin’. A lo largo de los años grabaría otros siete álbumes para el sello, antes de firmar con Point Blank Records en 1990.
Ice Pickin’ fue el disco que llevo a Albert Collins a las marquesinas, y a los anuncios por una buena razón. El álbum captura la faceta salvaje de su intérprete, que nunca antes había estado grabada, aunque no se llega a captar toda la esencia de su forma de cantar, y no se alcance capturar todo el fuego y el poder que su guitarra desprende, no se resiente en absoluto porque su escucha crea el ambiente deseado por el artista en todo momento. Fue su primer lanzamiento para Alligator Records y sentó las bases de sus siguientes trabajos con éste sello.
A lo largo de los 80 y comienzos de los 90, Collins hizo giras por los Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. Se estaba convirtiendo en un músico de blues popular, y era una influencia para Coco Montoya, Robert Cray, Gary Moore, Debbie Davies, Stevie Ray Vaughan, Albert King, Jonny Lang, Susan Tedeschi, Kenny Wayne Shepherd, John Mayer y Frank Zappa. En 1983, ganó el premio W.C Handy por su álbum Don´t Lose Your Cool, que ganó el premio a mejor álbum de blues del año. En 1985, compartió el Grammy por el álbum Showdown!, que grabó con Robert Cray y Johnny Copeland. Al año siguiente, su disco Cold Snap también fue nominado a los Grammys. En 1987, John Zorn lo escogió para tocar la guitarra solista en una suite que había compuesto especialmente para él, titulada “Two-Lane Highway”, en su álbum Spillane. Junto con George Thorogood and the Destroyers, y Bo Diddley, Collins tocó las canciones “The Sky Is Crying” y “Madison Blues” en el Live Aid de 1985, en el JFK Stadium.
Tras enfermar durante un concierto en Suiza a finales de julio de 1993, a mediados de agosto le fue diagnosticado un cáncer de pulmón que se había metastatizado al hígado, con una esperanza de vida de aproximadamente cuatro meses. Partes de su último álbum, Live ’92/’93, fueron grabadas en conciertos en septiembre; murió poco después, en noviembre, a la edad de 61 años.
Albert Collins será recordado no sólo por la cantidad y calidad de la música y de la forma en que interpretó el Blues a lo largo de su carrera, sino también por sus legendarias actuaciones en directo y anécdotas en las que a menudo se bajaba del escenario y se mezclaba con el publico mientras continuaba tocando.
Una peculiar anécdota que ilustra la forma de actuar de Collins está recogida en el documental “Antones: Austin Home of the Blues”, Collins abandona el edificio, con la guitarra todavía enchufada y tocando. Minutos después, regresa al escenario, y un repartidor de pizzas viene y le entrega a Collins la pizza que había solicitado cuando abandonó el edificio. Collins había ido a Milto’s Pizza & Pasta, ubicada en una avenida contigua, y había hecho el pedido mientras continuaba tocando. Desde luego la manera de tocar y el tono indestructible y combatiente de Albert Collins no tienen edad y siguen siendo de las referencias más fusionadas y cuidadosamente actualizadas y amadas de los oyentes.